Cuando decidimos lanzar La letra pequeña como periódico digital e impreso para Oriel College en 2014, poco podíamos imaginar que se convertiría en una publicación quincenal tan rica, regular y sólida.
6 años después, veo con gran placer que el tintero sigue tan lleno de talento, ingenio y creatividad como cuando empezó.
La letra pequeña se fundó con la convicción de que la comunidad nace de la comunicación y la hace nacer. Por pequeña que sea, una comunidad debe encontrar, profundizar y compartir su voz. No nos conformábamos con contribuir a medios externos. Queríamos forjar una identidad propia. Y nuestro vehículo para hacerlo se convirtió en La letra pequeña.
Un periódico comunitario es un lugar para la autorreflexión existencial continua y el crecimiento hasta la madurez de la identidad de un grupo. Es su propio bildungsroman, o historia de autodescubrimiento.
Pero confiar en este viaje -y mantenerlo a lo largo del tiempo- no es tarea fácil. En un mundo saturado de medios de comunicación, a menudo acabamos perdidos entre tanto ruido. Somos propensos, como lectores y escritores, a vendernos a los medios de comunicación dominantes, en nuestra búsqueda equivocada de confirmación de la identidad, en lugar de clarificación de la identidad.
Pero 6 años después, La letra pequeña, no se ha cansado en su viaje para definir y descubrir la identidad colectiva y en evolución de Oriel College, sus estudiantes, su personal y sus piedras.
La redacción publica hoy su 51ª edición - Fronteras - seguir recogiendo las voces incisivas, articuladas y diversas de la comunidad de Oriel en una publicación de amplia difusión.
Enhorabuena a todos y cada uno de los escritores, artistas y editores. Y gracias usted ¡para seguir leyendo! Puede acceder, leer y disfrutar de toda la Mala impresión archivo en línea en www.thepoorprint.com.